jueves, 14 de marzo de 2019

MIENTRAS MÁS ENERGÍA ELECTROMAGNÉTICA CONTIENE NUESTRA ALIMENTACIÓN, MÁS VIBRANTE Y SANO NOS VOLVEMOS



Como homo sapiens necesitamos al mínimo entre 6000 y 7000 angströms de energía sistémica de forma constante para por ejemplo empezar a sonreír, y no menos para ser feliz o saludable.
Las personas con cáncer o con enfermedades degenerativas crónicas tienen aproximadamente entre 4500 y 5200 angströms.
Las frutas y los vegetales crudos tienen una energía electromagnética muy elevada y son clave en todo proceso de sanación.
Las bandejas de comidas cocidas, procesadas muertas en los hospitales son una pura aberración.
El sistema basado en contar las calorías, las
dietas, las referencias clásicas como glucides, lípidos y proteínas que utilizan los nutricionistas, son también un sin sentido una vez entendido esto.

La energía electromagnética se puede medir en unidades llamadas angströms. Mientras más angströms un alimento contiene, más energía aportará al momento de comerlo.

Cuando colectamos frutas recién cortadas en la naturaleza, y que las comemos sin cocinarlas o procesarlas, la alta carga electromagnética es transferida a nuestro cuerpo y nuestras células.

Mientras menos energía electromagnética contiene nuestra alimentación, más baja será nuestra energía sistémica, esto crea tejidos y órganos hipoactivos: hipotiroidismo, cansancio suprarrenal, defensas bajas, hernias, desmineralización, flacidez, degradación de los órganos vitales,...

De lo contrario, mientras más energía electromagnética contiene nuestra alimentación, más sanos y vibrantes nos volvemos.

Y mientras más elevamos nuestra energía, más cultivamos salud y más nos hacemos resistentes a las enfermedades.

Entender esto es primordial para comprender lo que es y cómo funciona la salud realmente.

Energía de las frutas maduras crudas: de 8000 hasta 10000 angströms.

Vegetales crudos frescos: de 8000 a 9000 angströms.

Vegetales cocinados: entre 4500 y 6000 angströms.

Queso: 1800 angströms.

Harina refinada: 0 angströms.

Carne cocida: 0 angströms.

Café, mermeladas, aceites, conservas, leche pasteurizada, margarina, azúcar alrededor de 0 angströms.

Humano promedio: 6500 angströms.

Paciente de cáncer por lo general 4875 angströms.

Las frutas maduras frescas deshidratadas a bajas temperaturas pierden muy poca energía electromagnética. Las frutas deshidratadas retiene su vitalidad y si se rehidratan en agua por 24 horas, irradiarán casi tan fuerte que si fuesen recién cortadas.

El agua por lo general no tiene carga electromagnética, pero a la diferencia de otros líquidos es posible revitalizarla por asociación con minerales biodisponibles, por contacto humanos o por contacto con plantas.

Algunas aguas como la de Lourdes, irradian tan alto como a 14000 angströms.

Foto kirlian para visualizar la energía electromagnética, a la izquierda un pedazo de carne y a la derecha, una manzana.

Alexandra Prokoudine Higienista
Consultas Online y presenciales para cultivar tu salud.

Fuentes:

http://www.earthsongfarm.com/energyoffood.htm

The Detox Miracle Sources Book, Robert Morse p104 and 105.

No hay comentarios:

Publicar un comentario