miércoles, 14 de junio de 2017

EL ETER











En la antigüedad griega, los científicos y los filósofos griegos creían que la naturaleza sólo contaba con cuatro elementos; tierra, agua, fuego y aire.
Se creía que los átomos eran los bloques de construcción de estos cuatro elementos del universo. Aristóteles añadió el quinto elemento éter y postuló que los planetas y las
estrellas estaban hechos de este éter.
El filósofo griego Platón, en el 350 AC, describe estos cinco elementos y añadió que la materia está creada a partir de los cinco sólidos platónicos que él describió en su libro Timeo.
Él comparó el tetraedro con el elemento fuego, el cubo con la tierra, el icosaedro con el agua, el octaedro con el aire y el dodecaedro con el éter, la materia de los planetas y las estrellas.

Ahora sabemos por supuesto que hay muchos más elementos en la naturaleza que los conocidos en la antigüedad griega. Sin embargo, es un hecho bien conocido que los sólidos platónicos juegan un papel en la química como las estructuras internas de organización de las moléculas en muchos materiales. Por ejemplo, los sólidos platónicos se muestran en la organización de las moléculas de los cristales naturales.
Aquí vamos a presentar una nueva teoría acerca de la materia de que está de acuerdo con Platón en que los átomos se construyen a partir de los sólidos platónicos.
Algunos científicos creen ahora que el éter es una energía sutil que fluye a través de todas las cosas materiales como algún líquido, creando de él, el mundo material. Los sólidos platónicos se cree que son las estructuras internas geométricas del átomo. Esa es la razón por la cual la geometría sagrada es tan importante en esta nueva teoría del éter.
En el siglo 19, el éter luminoso fue bien aceptado por la ciencia! Era el medio a través del cual se suponía que la onda electromagnética se propagaba. En aquellos días, los físicos creían que la materia y el éter eran dos cosas separadas.
El éter se desempeñó como el medio portador de las energías radiantes como la luz y se creía que transmitía campos de fuerza entre los objetos materiales en el universo tal como la gravedad.

James Clerk Maxwell, el fundador de la electrodinámica y sus contemporáneos no tenían ninguna duda de que existía el éter.
Sin embargo en 1887 Albert Michelson y Edward Morley realizaron un experimento para probar la existencia del éter.
En ese tiempo se pensaba que la luz era una onda de compresión que se propagaba como una onda longitudinal a través del éter inmóvil y fijo, al igual que las ondas de sonido a través del aire. Mientras que la Tierra misma está girando, la Tierra debía tener un movimiento relativo con respecto al éter inmóvil.
Ellos razonaron que cuando la velocidad de la luz es medida en la superficie de la Tierra, debería dar diferentes resultados cuando se mide en sentido horario o antihorario con respecto a la rotación de la Tierra alrededor de su eje. Sin embargo, el experimento de Michelson Morley demostró que la velocidad de la luz tenía el mismo valor constante sin importar en qué dirección se medía la velocidad de la luz.
A partir de este experimento se concluyó que no existía el éter.
La física ha abandonado la teoría del éter desde entonces. Sin embargo hoy en día los científicos creen que los resultados del experimento de Michelson-Morley han sido malinterpretados.
Así que ahora, después de cien años, el éter está de vuelta en la física. En la nueva física emergente, las partículas de Newton y la mecánica cuántica de dualidad partícula/onda se abandona. En la nueva física del éter sólo hay ondas!
El éter es el medio de las ondas electromagnéticas, y se supone que el éter es un medio similar a un fluido inmaterial, una sustancia sutil de energía que impregna todo el universo. Es un hecho bien conocido que las ondas necesitan un medio en el cual ondearse: sin un medio, lo siento, no puede haber ondas. El sonido requiere aire. Para las ondas de agua, es el agua que ondea.
Pero por alguna razón inexplicable, desde que el experimento Michaelson-Morley supuestamente refutó la existencia del éter, la física aceptó el hecho de que las ondas electromagnéticas pueden viajar a través del espacio vacío sin ningún medio en absoluto.
Qué absurdo, si no hay un medio, entonces, ¿qué es lo que ondea? ¿Cómo se propaga la luz como un fenómeno de onda si no hay nada en qué propagarse?
La física aceptó que la luz puede viajar a través de la nada absoluta sólo porque el experimento de Michelson-Morley no había podido probar la existencia del éter.
Una premisa sorprendente que la física del éter revivió es que no hay dualismo, no hay distinción entre una cosa material y una cosa inmaterial; todo es energía, ya que la energía es todo lo que hay. La materia no es una propiedad fundamental del universo; es la forma, no la sustancia la que da forma a la materia.
Ahora por fin podemos tomar fórmula famosa E = m x c² de Einstein, un paso más allá, ¡y realmente empezamos a comprender lo que esta fórmula implicaba!
No es que la energía y la materia puedan ser intercambiadas; no, ¡materia = energía, y punto! En este sentido la materia es una ilusión de solidez y separación.
Las tradiciones espirituales orientales siempre han afirmado que nuestro mundo es maya, ilusorio.
Lo que querían decir con esto es que no existe la separación; sólo existe la unidad en el nivel fundamental de la existencia, la unidad de Brahman. ¡Ahora podemos ver la sabiduría oriental corroborada por la ciencia moderna!
Así es como la física del éter se describe mejor:
Nuestro universo es multidimensional y está hecho de una sustancia, y sólo de una única sustancia! Esta sustancia se llama éter y es una energía similar a un fluido de vibración que impregna el vacío físico.

La materia como la conocemos, se crea momento a momento como una onda estacionaria, un vórtice en el vacío físico. Es el centro condensado de estos vórtices que crea la ilusión de una partícula separada.

Toda materia en el universo está interconectada, ya que los campos de partículas se extienden hasta los rincones más lejanos del universo.

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